La recolección de agua lluvia es una práctica ecológica y económica. Permite aprovechar un recurso natural para tareas domésticas como riego, limpieza, lavado de pisos e incluso para uso en baños.
Además, reduce el consumo de agua potable, disminuye la factura mensual y contribuye a la conservación del ambiente.
¿Qué se necesita para instalar un sistema?
Para instalar un sistema básico en el hogar, se requieren pocos elementos. A continuación, te explicamos los componentes principales:
-
Techo inclinado: ideal para canalizar el agua hacia un punto de recolección.
-
Canaletas o canoas: recogen el agua del techo y la dirigen hacia un bajante.
-
Filtro o malla de hojas: evita que caigan hojas, insectos o suciedad al tanque.
-
Tubo bajante: lleva el agua desde el techo hasta el tanque de almacenamiento.
-
Tanque o depósito: almacena el agua recolectada para su uso posterior.
-
Llave de salida: permite usar el agua desde el tanque cuando se necesite.
Pasos para la instalación
-
Verifica la pendiente del techo: asegúrate de que el agua fluya correctamente hacia las canoas.
-
Instala las canaletas: colócalas firmemente para que recojan toda el agua sin fugas.
-
Coloca un filtro sencillo: puedes usar una malla metálica o una rejilla plástica.
-
Conecta un bajante: dirige el agua desde la canaleta hacia el tanque.
-
Instala el tanque de almacenamiento: ubícalo en un lugar protegido del sol directo y con base firme.
-
Agrega una tapa hermética: para evitar la entrada de insectos o contaminación.
¿Para qué se puede usar el agua recolectada?
El agua de lluvia no es potable sin tratamiento, pero puede usarse para muchas tareas:
-
Regar plantas y jardines.
-
Lavar pisos, autos y exteriores.
-
Descargar inodoros.
-
Limpiar herramientas o patios.
-
Llenar lavadoras si se filtra adecuadamente.
Con filtros y cloración, incluso puede llegar a ser apta para duchas o uso en cocina (aunque esto requiere asesoría profesional).
Recomendaciones finales
-
Limpia el techo y las canaletas regularmente.
-
Mantén cerrado el tanque para evitar contaminación.
-
Verifica que el sistema no tenga fugas.
-
Etiqueta el agua como “no potable” si no está tratada.
Conclusión
Recolectar agua lluvia en casa es una manera sencilla de ahorrar dinero, cuidar el planeta y tener más autonomía. Con una instalación básica y buen mantenimiento, puedes aprovechar este recurso natural todos los días.
Llama a un fontanero de confianza
y mantén tu hogar en buen estado.
Ver también: